Joan Margarit obtiene el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2017
- Desde La Sebastiana, en Valparaíso, el Ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone, fue el encargado de dar la noticia al poeta español, quien recibirá un total de 60 mil dólares y recibirá el galardón de manos de la Presidenta Michelle Bachelet en el Palacio de La Moneda.
“Es el nombre del premio lo que me desconcierta. A mis 79 años es muy importante lo que ha significado en mi vida Pablo Neruda. Tanto ha significado que tuve muchos años para poder quitármelo de encima, porque un buen maestro, un gran maestro, es tan duro para llegar a él como también para quitárselo de encima”, fueron las palabras con que el poeta español Joan Margarit agradeció emocionado su más reciente reconocimiento, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, que como cada año, fue anunciado por el Ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone, desde la casa porteña del poeta Pablo Neruda, La Sebastiana.
En honor al nombre del reconocimiento, el español además recitó un fragmento de Meditación, poema escrito por Neruda y catalogado por el mismo Margarit como “los versos más hermosos que se han escrito nunca”.
“Hoy, el jurado del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda ha decidido de forma unánime otorgarle el galardón al poeta Joan Margarit por la calidad de su poesía y la fuerza lírica de su lengua catalana”, dijo el Ministro Ottone, al entregarle la noticia vía telefónica. El Secretario de Estado también destacó que: “Además de haber otorgado el premio, nos tiene muy felices poder publicar una antología en Chile, ya que salvo dos libros, no se han publicado más obras de él y permitirá al público nacional conocer a este poeta que cuenta con una vasta trayectoria y que ha estado traduciendo toda su obra al catalán, por lo que ahora integra esa lengua al premio, uno de los más importantes de Iberoamérica y que significa un reconocimiento a la poesía, que sigue presente en nuestras vidas”.
Según consta el acta, el jurado, compuesto por Raúl Zurita (Chile), Rubí Carreño (Chile), Piedad Bonnet (Colombia), Luisa Futoransky (Argentina) y Luis García Montero (España), destacó la obra y trayectoria del poeta, asegurando que: “después de evaluar distintos criterios de elección, ha decidido premiar a Joan Margarit en reconocimiento a su capacidad para unir la belleza formal y la emoción, su diálogo con la memoria y la dimensión ética del compromiso con la vida y con la muerte”.
El premio, de carácter anual, fue creado en 2004 como homenaje al centenario del poeta Pablo Neruda, por acuerdo entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y la Fundación Neruda, y es concedido a un autor o autora de reconocida trayectoria cuyo trabajo sea una entrega notable al diálogo cultural y artístico de Iberoamérica. Consiste en una medalla, un diploma firmado por la Presidenta de la República y el Ministro de Cultura y una suma que asciende a 60 mil dólares (alrededor de 40 millones de pesos chilenos), situándose como uno de los reconocimientos más relevantes de la región.
En sus ediciones anteriores, el reconocimiento, concedido por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), a través del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, ha recaído en José Emilio Pacheco (México); Juan Gelman (Argentina); Carlos Germán Belli (Perú); Fina García-Marruz (Cuba); Carmen Berenguer (Chile); Ernesto Cardenal (Nicaragua); Antonio Cisneros (Perú); Óscar Hahn (Chile); Nicanor Parra (Chile); José Kozer (Cuba); Reina María Rodríguez (Cuba); Augusto de Campos (Brasil) y Raúl Zurita (Chile).
Sobre el autor
Joan Margarit (Sanaüja, España) se dio a conocer como poeta en castellano en 1963 y en 1965. A partir de 1980 inició su obra poética en catalán con una estética realista y llena de un gran aliento lírico. Su obra, además, abarca una extensa variedad temática con la relación entre poesía y vida como columna vertebral de su obra.
Muy dentro de la tradición lírica de la poesía española, su voz es más bien íntima, clásica, tierna pero también escéptica, dura y lacerante. Siendo el suyo un lenguaje sencillo tiene un gran poder metafórico, el don de la imagen, y la capacidad de darle un giro al poema y sorprender al lector cuando pasa de lo aparentemente autobiográfico a la reflexión universal.